UN PRODUCTO CON HISTORIA

Proceso de elaboración





Salitre

El salitre es una mezcla de nitrato de sodio (NaNO3) y nitrato de potasio (KNO3). Se encuentra naturalmente en grandes extensiones de Sudamérica, principalmente en la región norte de Chile, con espesores de hasta los 3,6 metros. Aparece asociado a depósitos de yeso, Cloruro sódico (NaCl), otras sales y arena, conformando un conjunto llamado caliche.

Se utiliza principalmente en la fabricación de ácidos (nítrico, sulfúrico) y nitrato de potasio; además es un agente oxidante y es usado en agricultura como fertilizante nitrogenado que puede reemplazar a la urea por su alto contenido en nitrógeno.

Otros usos son la fabricación de dinamita, explosivos, pirotecnia, medicina, fabricación de vidrios, fósforos, gases, sales de sodio, pigmentos, preservativo de alimentos, esmalte para alfarería, etcétera.

Historia

El auge del salitre tuvo lugar a mediados del siglo XIX, perdiendo importancia económica a partir del desarrollo y producción del salitre sintético, a fines de la Primera Guerra Mundial. Economías como la chilena, la cual se basaba principalmente en la explotación de este mineral, se vieron fuertemente afectadas. En Chile existió un monopolio del salitre, es decir, llegó a ser el único productor de éste. La explotación del salitre estuvo en manos de empresas creadas por capitales ingleses, alemanes y estadounidenses. En 1971 la industria del salitre es nacionalizada asumiendo su explotación la Sociedad Química y Minera de Chile. Posteriormente privatizada, y en la actualidad el principal, y casí única empresa dedicado a ello.

El salitre ya no es tan solicitado como antes, su explotación es marginal ya que no es rentable económicamente. Pese a lo anterior, los procesos de producción dejaron un inestimable patrimonio histórico y cultural. Las oficinas salitreras, ubicadas en el Desierto de Atacama, reflejaron los medios y la forma de explotación que marcaron a generaciones de chilenos, bolivianos y peruanos. Sus instalaciones fueron declaradas como "Patrimonio de la Humanidad" por la Unesco en el año 2004.

Dos grandes hechos involucran al salitre con la historia de América del Sur y de Chile. El primero, la Guerra del Pacífico (1879-1884) entre Chile contra Bolivia y Perú, tuvo sus orígenes en problemas comerciales en torno a la explotación de este recurso. Como indemnización de guerra, Chile consiguió que se le cedieran las ricas provincias de Tarapacá y Antofagasta, que concentran la mayor cantidad de yacimientos salitreros.

El segundo evento está relacionado con las complejas y brutales condiciones laborales de los trabajadores del salitre, que en 1907 culminaron en una gran huelga nacional y la masacre de miles de huelguistas en la trágica Matanza de la Escuela Santa María de Iquique. Es en esta zona de Chile donde nacieron grandes movimientos obreros, guiados por hábiles dirigentes anarquístas y comunistas como Luis Emilio Recabarren, fundador del Partido Obrero Socialista que se convirtió en el Partido Comunista de Chile.

Oficina salitrera, nombre que reciben los diferentes centros de explotación del salitre ubicados entre la I Región de Tarapacá y II Región de Antofagasta, en Chile que proliferaron entre fines del siglo XIX y los años 1930. Dado lo aislado y árido de la zona de explotación minera, en pleno desierto de Atacama, se crearon como el entorno de las instalaciones industriales para la extracción y procesamiento del salitre, enclaves casi autosuficientes en los que se reunía la administración del centro minero, viviendas de los trabajadores, centros de venta (conocidos como pulperías), Iglesia, escuelas, centros de esparcimiento y entretención. Las oficinas salitreras fueron hogar de miles de chilenos provenientes desde diversas partes del país en busca de mejores condiciones de trabajo.

Con el decaimiento de la venta del salitre durante los años 1930, la mayoría de las oficinas salitreras fueron desalojadas (produciendo un éxodo masivo de trabajadores a los principales centros urbanos del país) y desmanteladas. En la actualidad, quedan pocas oficinas salitreras en pie, erigiéndose como "pueblos fantasmas", las cuales se encuentran en su mayoría en mal estado. Las oficinas más conocidas son las de Humberstone y Santa Laura, ubicadas al oriente de Iquique y que desde 2004 son Patrimonio de la Humanidad.